Uno lee y lee sobre la ENDOMETRIOSIS y se siente frustrante de ver que a pesar de ser una enfermedad tan común entre mujeres y AÚN SIN CURA, no hay estudios que digan finalmente por qué ocurre esta enfermedad.
Una laparoscopía no es una operación abierta como una cesárea, la recuperación es sumamente rápida, el riesgo es mucho menor... sin embargo, no dejo de pensar si voy a despertar de la anestesia... es un miedo que quizás está de más, pero que finalmente se percibe en el fondo del alma.
Hoy, luego de una 5ta. cirugía, me despierto feliz de que todo saliera bien, de que las náuseas no se presentaran, de que luego de 2 días de la cirugía me encuentro aquí sentada, tomando jugo de frutas y escribiendo en mi blog.
Sin embargo es espeluznante ver la película de la operación. No soy doctora y no entiendo lo que veo, solo sangre y cosas asquerosas, pero con el tiempo he aprendido a identificar el mal: un huevo y algo de pegamento.
Sí, la endometriosis se presentó esta vez como un huevo rodeado de una substancia pegadora de órganos. El doctor tuvo que sustraer el huevo y hacer limpieza del pegamento que estaba regado entre los órganos, lo que provoca que éstos se peguen y duela mucho.
Como antecedentes, la endometriosis ha aparecido en mí en forma de toronja, limón, naranja y mandarina... completé los cítricos (ver el resto del blog) y esta vez apareció como un huevo.
Un paso a la vez: estoy contenta de salir bien de la cirugía y de estar en casa viendo tv en la cama.